Lucir una sonrisa bonita es nuestra mejor carta de presentación. Pero con el paso del tiempo y el consumo de cierto tipo de productos como el café, el té o el tabaco es normal que nuestros dientes comiencen a amarillear. Por eso son cada vez más las personas que optan por realizarse tratamientos de blanqueamiento dental. Eso sí, como en casi todo es mejor hacerlo asesorado por personal experto.

Para hacerse un tratamiento de blanqueamiento dental es muy importante que nuestra boca presente una buena salud, es decir, que no tenga caries ni otro tipo de enfermedades y que se realice una correcta higiene.

Lo mejor es acudir a la consulta de nuestro dentista de confianza que nos realizará un estudio bucal, analizando que nuestra boca esté sana y cuál es el mejor tipo de tratamiento de blanqueamiento a seguir, en base a las causas que han motivado el cambio de color. En ningún caso se recomienda experimentar tratando de hacer tratamientos blanqueadores caseros sin supervisión.

Tipos de tratamientos de blanqueo

Básicamente diferenciaremos entre dos tipos diferentes siendo en ambos casos necesario realizar antes una profilaxis dental y una revisión profunda.

Tratamiento de blanqueamiento dental en la consulta

En este caso se comienza aislando la zona a tratar. Después se realiza la aplicación de un agente blanqueador a base de peróxido de hidrógeno al 35% y se activa con una fuente de luz, que en la actualidad puede ser láser o led. Es un tratamiento muy efectivo al utilizar un porcentaje muy elevado de producto blanqueante.

Tratamiento en domicilio bajo indicaciones del dentista

En este caso la concentración del agente blanqueante es menor. El proceso se lleva a cabo a través de una férula, que es fabricada a medida, en la que se introduce el agente blanqueante, es importante evitar el contacto con los tejidos periodontales.

Para mantener los resultados es importante seguir las indicaciones del dentista y realizar una correcta higiene diaria de los dientes.